sábado, 21 de enero de 2017
Psicosis cannabica: cuando fumar porros te vuelve loco
El consumo de cannabis está extendiéndose cada vez más, especialmente entre los más jóvenes. Fumar porros es natural o la marihuana no engancha son algunos de los mitos más extendidos sobre esta sustancia entre los adolescentes. Esta aceptación social entre la población convierte al cannabis es una droga todavía más peligrosa.
Últimamente, en los medios de comunicación se habla mucho de los beneficios del cannabis y de sus propiedades terapeuticas, pero se olvidan decir los problemas que conlleva el uso de esta droga. En lo últimos años, distintas investigaciones han mostrado como el uso y abuso de determinados tipos de drogas, como el cannabis, se considera un factor de riesgo para el desarrollo de la esquizofrenia y puede actuar como desencadenante de la misma. De hecho, el cannabis puede producir alteraciones en el sistema nervioso similares a la esquizofrenia.
Los efectos de fumar porros
Los defensores del cannabis alaban sus efectos relajantes sobre el sistema nervioso y sus propiedades terapéuticas en casos de cancer.
No obstante, la cara oculta de esta droga es muy peligrosa, sobre todo en los más jóvenes, quienes no cuentan con un sistema nervioso completamente maduro. Uno de los efectos adversos más peligrosos de fumar cannabis es que esta droga puede llevar a la persona a sufrir un episodio psicótico similar a los que se desencadenan en la esquizofrenia.
En muchas ocasiones estos cuadros son reversibles, sin embargo, en aquellas personas con una vulnerabilidad genética a la esquizofrenia, el consumo de cannabis puede precipitar la enfermedad y hacerla irreversible.
Además, el consumo de cannabis puede llevar a la persona a la adicción. Distintos estudios han demostrado que el 9% de las personas que usan marihuana se acaban volviendo adictas. Este riesgo se incrementa en el caso de los adolescentes. Así uno de cada seis adolescentes que fuman porros acabarán desarrollando una adicción. Este procentaje aumenta al 25- 50 cuando el consumo es diario.
En la mayoría de los casos, el cannabis produce abulia y apatía, perdida de la memoria y cambios en la personalidad. También afecta al rendimiento y se relaciona con el fracaso escolar.
Cuidado con el coche
Después del alcohol, la marihuana es la droga más implicada en accidentes de coche. El cannabis afecta la atención, la concentración, la coordinación y el tiempo de reacción, habilidades necesarias para conducir de forma segura.
Además, esta sustancia hace que sea más difícil juzgar las distancias y reaccionar ante las señales visuales y auditivas en la carretera.
Psicosis cannabica vs esquizofrenia por cannabis
La psicosis cannabica es un estado transitorio que se produce por la acumulación de cannabis en el organismo y que se manifiesta con percepciones y pensamientos perturbados y paranoia. Los ataques de pánico también son frecuentes mientras uno se encuentra bajo los efectos agudos de la marihuana.
La psicosis cannabica puede darse en cualquier fumador de cannabis, tenga o no una historia personal o familiar de esquizofrenia y los síntomas desaparecer a los pocos días o semanas después de cesar el consumo.
La esquizofrenia por cannabis, por el contrario, se caracteriza por síntomas permanentes en personas con diagnostico de esquizofrenia o vulnerables a padecer esta enfermedad. En estas personas, el cannabis empeora la enfermedad y agudiza los sintomas como alucinaciones, paranoia y pensamiento desorganizado
Esto no significa que todos los consumidores de cannabis vayan a desarrollar esquizofrenia; ni que todas las personas con esquizofrenia hayan fumado porros. Sí que es cierto que las personas consumidoras de cannabis tienen tres veces más riesgo de desarrollar un trastorno relacionado con la esquizofrenia que aquellos que no han fumado cannabis.
Cannabis y trastorno bipolar
El consumo de cannabis no solo empeora los síntomas psicóticos, también aquellos que se dan en el trastorno bipolar. En este sentido, se ha visto como aquellas personas con trastorno bipolar que cesan su consumo de cannabis tienen mejores resultados que aquellos que siguen consumiendo en variables como la remisión de síntomas, la recuperación o el deterioro laboral. Además, el cannabis también se relaciona con mayores tasas de recurrencia y un peor funcionamiento psicosocial.
En conclusión, a veces existe una enfermedad mental primaria que es agravada por el consumo de cannabis, otras veces, es el consumo de drogas el que genera la aparición de un cuadro psiquiatrico. En cualquier caso, la marihuana y sus derivados tienen una relación con la esquizofrenia, bien sea como factor de riesgo o como agravante de la enfermedad.
«Se ha banalizado fumar porros, pero es muy grave»
Eduardo Carreño, especialista en conductas adictivas, constata «un notable aumento de adictos al hachís» en su consulta
«No hace falta un consumo prolongado para que se produzcan alteraciones mentales, como esquizofrenias o trastornos de conducta»
El consumo de cannabis y hachís puede llevar aparejadas graves alteraciones mentales. Entre las más comunes está la esquizofrenia de origen químico, que provoca, entre otros síntomas, alucinaciones, delirios, trastornos de pensamiento y trastornos de movimiento. Eduardo Carreño, médico especialista en conductas adictivas, constata un «gran aumento» del consumo de cannabis y hachís, «principalmente durante el último año, aunque en los dos anteriores también habíamos apreciado un crecimiento».
La mayoría de consumidores de este tipo de drogas que acude a su clínica son «o bien jóvenes menores de edad que son enviados por los padres en cuanto se enteran de la adicción o bien personas de entre 30 y 40 años que llevan años consumiendo sin ser conscientes de las consecuencias del hábito». Porque el principal problema, explica este experto, es que «se ha banalizado tanto el consumo de cannabis como el de hachís, de hecho, se ha extendido la creencia de que es más saludable fumarse un porro de marihuana que un cigarro de tabaco y es totalmente falso, una falacia».
«No hace falta un consumo prolongado para que aparezcan las primeras consecuencias y alteraciones mentales. Hay varios factores que influyen, entre ellos la predisposición de cada individuo, la vulnerabilidad del cerebro, la pureza de la droga y la cantidad que se fume», apunta.
Se da la circunstancia de que en los últimos años se ha detectado un incremento de la pureza de las plantas de marihuana, lo que repercute directamente en los efectos en el organismo. Entre los trastornos más habituales están la ansiedad, trastornos afectivos, síndromes amotivacionales, esquizofrenias, ataques de pánico y trastornos de conducta.
Psicosis inducida
Una muestra del aumento del consumo de este tipo de sustancias estupefacientes es que solo durante el último año Eduardo Carreño ha atendido a tres personas que llegaron a su consulta con cuadros de psicosis inducida por consumo de cannabis, una cifra muy superior a la de años anteriores. La psicosis inducida es un trastorno delirante grave que puede prolongarse en el tiempo y que se produce en asociación con estados de intoxicación o abstinencia de la droga consumida.
En personas con una predisposición biológica para el desarrollo de enfermedades mentales, el consumo de los denominados porros actúa como acelerante de la patología y agrava sus síntomas y efectos. Carreño aconseja a todas aquellas personas que tengan en su entorno a un consumidor habitual de hachís y cannabis a que lo animen para que acuda a una consulta médica en la que poder evaluar su estado de salud.
Los problemas derivados del aumento del consumo son ya palpables, si bien los efectos serán más evidentes en el futuro. «Ya estamos viendo las consecuencias, pero indudablemente los trastornos empezarán a ser más notables a medida que pase el tiempo si la tendencia continúa al alza», señala Carreño.
El médico especialista en conductas adictivas alerta de la necesidad de realizar campañas preventivas por parte de las administraciones públicas. «Se ha bajado un poco la guardia en lo que respecta a la prevención y es ahora cuando se están empezando a notar las consecuencias. Durante los años 80 y 90 las campañas informativas sobre el peligro de consumir heroína y cocaína fueron determinantes para conseguir un retroceso y una sensibilización en la sociedad. Ahora se ha reducido un poco el ritmo en esa prevención y lo estamos notando», considera.
«Tanto los padres de menores consumidores como los propios consumidores de cannabis o hachís tienen que tener muy presente que fumar un porro tiene graves consecuencias y es igual o más perjudicial que consumir otro tipo de sustancias estupefacientes de las que no se consideran blandas», resume Eduardo Carreño.
viernes, 20 de enero de 2017
Consecuencias de fumar hachís y cannabis
Ambas drogas proceden de la misma planta, Cannabis sativa, y se diferencian por la forma en que se preparan y el contenido de la sustancia (THC), que produce sus efectos sobre el cerebro.
La marihuana es una mezcla de sus flores y hojas secas, que se utiliza sola o mezclada con tabaco para preparar porros, que se consumen fumando. También es conocida como grifa, hierba o maría.
El hachís se obtiene de la resina de la Cannabis sativa, que se prensa y se comercializa en forma de tabletas. Se consume mezclada con tabaco, en forma de porros, canutos, petardos, etc. También es conocido como chocolate.
Ambas drogas producen efectos nocivos sobre la salud tras su consumo inmediato y también a largo plazo.
Aceleración del pulso.
Enrojecimiento de los ojos.
Aceleración del ritmo cardíaco.
Euforia, seguida de somnolencia.
Distorsiones visuales y auditivas.
Desorientación temporal.
Disminución de la memoria inmediata
Ansiedad, unida a ideas paranoicas.
Efectos a largo plazo
Como todas las drogas la marihuana y el hachís crean adicción. En consumidores habituales, estas sustancias permanecen durante semanas en su organismo. Esto explica el consumo semanal de algunas personas que no se consideran dependientes de ellas. Algunas tienen problemas como pérdida de peso y de apetito, insomnio, ansiedad o temblor de manos, cuando dejan de consumir esta droga, debido a su dependencia psicológica.
El Cannabis produce, en consumidores habituales, falta de motivación, que se caracteriza por la pérdida de interés por los estudios, trabajo, familia, e incluso por uno mismo y el cuidado de la propia imagen, higiene y salud. Sus principales efectos a largo plazo son:
En el aparato respiratorio:
Bronquitis crónica.
Alteración de la función de los pulmones y de las vías aéreas.
Cáncer de pulmón.
En el aparato reproductor:
Retraso de la pubertad en los varones.
Disminución del número de espermatozoides.
En las mujeres, desarreglos en la menstruación
En el cerebro:
La sustancia que contiene el Cannabis, el THC, destruye algunas células nerviosas de la parte del cerebro responsable de la memoria, lo que se traduce en:
Dificultades para comprender la lectura.
Disminución de la capacidad para resolver problemas.
Incapacidad para recordar hechos recientes.
Incapacidad para concentrase y aprender.
En las funciones motoras:
Disminución de las funciones motoras y reflejos, lo que supone un importante peligro, por ejemplo, a la hora de conducir vehículos.
cocaína
¿Fumar marihuana a largo plazo afecta negativamente a alguien? Echemos un vistazo a los efectos de fumar esta droga a largo plazo y cómo afecta a una persona.
¿Fumar marihuana a largo plazo afecta negativamente a alguien?
La marihuana, mala hierba, pote, ganja – como se llame, no se puede negar el hecho de que el cannabis está aquí para quedarse y que se está moviendo rápidamente en el ámbito medicinal. Sin embargo, la marihuana sigue siendo un tema de controversia, con sus supuestas ventajas y desventajas. Muchas personas se preguntan si el uso crónico de marihuana lleva a una persona a experimentar capacidad cerebral disminuida, mata a las células del cerebro y efectos comportamientos cognitivos.
Una de las preguntas más comunes para ser contestadas ya que muchos estados están en el proceso de legalización de la marihuana es la droga efectos a largo plazo. A pesar de que el alcohol sigue siendo legal, hay muchos estudios y pruebas que hablan de sus peligros. La marihuana tiene efectos sobre un usuario recreativo es un área que permanece muy debatido.
Marihuana: ¿Qué es?
La marihuana también se le conoce por el bote nombres, mala hierba, hierba, brote, ganja, y varios otros términos. Es una mezcla de gris-verde de las hojas y flores secas de la planta Cannabis sativa. Algunas personas que usan la droga se enrolla en un cigarrillo y el humo de ella, mientras que otros utilizan una tubería de agua o bong. Otras formas de utilizar la droga incluyen elaboradas en un té o mezclados en diferentes alimentos.
¿Qué es el THC?
THC o tetrahidrocannabinol es un químico que se encuentra en la marihuana que cuando se ingiere, se une a los receptores cannabinoides en el cerebro. Bajas cantidades de esta sustancia ayuda a reducir las náuseas y el dolor y ayuda con la estimulación del apetito. THC en grandes dosis resultados en el usuario convirtiendo alta, que es una sensación de tiempo alterado y el espacio que se acompaña de sentimientos de felicidad, fatiga y posiblemente ambos.
El Marinol de medicamentos con receta es una forma de laboratorio-fabricado de THC que se utiliza para tratar trastornos de la alimentación o los efectos secundarios de la quimioterapia y el SIDA.
¿Qué tan común es el uso de marihuana en los Estados Unidos?
Según una Encuesta Nacional sobre Uso de Drogas y la Salud de 2013, la marihuana es la más común de todas las drogas ilícitas. En ese año, que fue utilizado por 81,0 por ciento de todos los consumidores de drogas ilícitas. Este medicamento se utiliza ampliamente entre los adolescentes y adultos jóvenes. La percepción de que los adolescentes tienen sobre la marihuana ha sido constantemente en la disminución en la última década y que, posiblemente, puede ser debido a la mayor debate público sobre la legalización o aflojar las restricciones para el uso de la marihuana.
¿Cuáles son los efectos de la marihuana?
Hay efectos de corto y largo plazo asociados con la marihuana y estos son los siguientes:
ME GUSTA LO QUE VEO
Cuando se fuma, la marihuana, la TCH y otros productos químicos en la droga pasarán de los pulmones y en el torrente sanguíneo. Desde el torrente sanguíneo, estas sustancias químicas se llevan a todo el cuerpo y en el cerebro. Un usuario comenzará a sentir los efectos de la marihuana casi de inmediato y que trae una euforia agradable y relajación. Otros efectos secundarios comunes de fumar la droga incluyen elevación de la percepción sensorial, la risa, una percepción alterada del tiempo, y aumento del apetito.
Tener una experiencia agradable con la marihuana no es en absoluto el caso para todo el mundo. En lugar de euforia y relajación, algunas personas experimentan sentimientos de pánico, la desconfianza, el miedo y la ansiedad. Estos tipos de efectos son más comunes en las personas que han tomado mucho de la de drogas, ya que podría tener una potencia superior o la persona podría ser un fumador sin experiencia. Las personas que han ingerido una gran cantidad de marihuana también podrían experimentar un episodio de psicosis aguda, que puede provocar delirios, alucinaciones y pérdida de un sentido de la identidad personal. Estos efectos secundarios son reacciones temporales, pero en los que son especialmente vulnerables que pueden crear trastornos psicóticos de larga duración, como la esquizofrenia.
Si la marihuana se utiliza en los alimentos o las bebidas, los efectos podrían ser un poco retrasado. Por lo general, en la comida o bebida, los efectos de la marihuana van a aparecer dentro de los 30 minutos o una hora, porque debe pasar primero a través del sistema digestivo. Comer o beber marihuana entrega mucho menos THC en el sistema y los usuarios pueden consumir más de lo previsto debido a ese hecho.
¿Hay efectos inseguros a largo plazo por fumar marihuana?
Si bien todos los efectos acumulativos de fumar marihuana a largo plazo son actualmente desconocidos, hay estudios que han demostrado razón para estar preocupados por la salud de uno. En un estudio realizado por la UCLA en California, los investigadores examinaron 450 fumadores de marihuana al día (usuarios sin nicotina) y encontraron que tenían más días de enfermedad y las visitas al médico para problemas respiratorios que los otros que no fuman en absoluto.
Es difícil determinar si fumar marihuana por sí sola puede causar cáncer, debido a que muchas personas que fuman también fuman tabaco. Humo de la marihuana contiene las mismas sustancias químicas causantes de cáncer como el tabaco, aunque a veces en concentraciones más altas. Algunos estudios han demostrado que una persona que fuma cinco marihuana articulaciones por día podrían ser consumir las mismas sustancias que causan cáncer que se encuentran en todo un paquete de cigarrillos.
Las personas que fuman marihuana regularmente pueden estar en riesgo de desarrollar los mismos problemas respiratorios como los que plagan los fumadores de tabaco.
Los fumadores de marihuana podrían desarrollar una tos diaria, más producción de flema, resfriados de pecho más recurrentes y un riesgo agudo de pulmón y las infecciones respiratorias. Cáncer de las vías respiratorias y los pulmones podría aumentar, ya que el medicamento contiene irritantes y carcinógenos.
Acerca de cómo afecta a la memoria los efectos de marihuana
Los neurotransmisores, un jugador clave en la función del cerebro en general, son portadores de información entre las células conocidas como neuronas. THC puede afectar a la interacción de los neurotransmisores mediante la alteración de la fuerza de algunas señales e interfiriendo con la comunicación normal entre las neuronas y circuitos cerebrales.
Abuso de la marihuana durante la adolescencia puede producir cambios duraderos o permanentes en la función del cerebro, sobre todo en los que tienen una predisposición a los trastornos psiquiátricos. Las investigaciones sugieren que el consumo de marihuana recurrente durante lata juventud eleva los riesgos de la neurosis, una disminución en el coeficiente intelectual, así como los cambios en el cerebro que aumentan la susceptibilidad de una persona a las drogas ilegales más peligrosas.
Panorama
Hay muchos puntos de vista sobre la marihuana y si es bueno o malo para alguien. La cantidad de THC en la marihuana ha aumentado en los últimos años y que en el pasado solía ser alrededor de un cuatro por ciento, sin embargo, hoy en día está más cerca de siete por ciento. Los expertos médicos están preocupados de los niveles de THC más altos, será más fácil para que las personas se vuelven dependientes de la droga.
Incluso si una persona fue a comprar marihuana de un dispensario estado legal, puede ser muy difícil saber la cantidad exacta de su contenido de THC, lo que hace impredecible.
Con los efectos secundarios conocidos y las formas en que la droga puede afectar a su salud, es importante utilizar su mejor juicio en cuanto a si es o no usarlo. Hay muchos estudios de investigación en línea publicados sobre los efectos de la marihuana y si desea obtener más información, se pueden hacer algunas búsquedas para educarse y obtener el conocimiento que necesita tener acerca de este medicamento controvertido.
¿Cuáles son los efectos de la marihuana en el cerebro a largo plazo?
Existe una cantidad considerable de evidencia científica basada en investigaciones en animales y estudios en personas que indican que estar expuesto a la marihuana durante el desarrollo puede causar cambios dañinos a largo plazo o posiblemente permanentes en el cerebro. Ratas que han sido expuestas a THC antes de nacer, justo después de nacer o durante la adolescencia, muestran problemas notorios más tarde en la vida al realizar ciertas tareas específicas de memoria y aprendizaje.19-21 El deterioro cognitivo en las ratas adultas que han sido expuestas a THC durante la adolescencia está asociado con cambios estructurales y funcionales en el hipocampo.22-24Estudios en ratas también han mostrado que el estar expuesto al THC durante la adolescencia está relacionado con cambios en el sistema de gratificación, incrementando la posibilidad de que el animal busque y use otras drogas por sí mismo (por ejemplo, la heroína) dada la oportunidad (ver "¿Puede el consumo de marihuana llevar al uso de otras drogas?"). Estudios de imágenes diagnósticas en personas adolescentes muestran que al compararlos con aquellos que no usan marihuana, los consumidores empedernidos de marihuana manifiestan una conectividad neural atrofiada en ciertas regiones específicas del cerebro involucradas en una amplia gama de funciones ejecutivas del cerebro como memorizar, aprender y el auto control.25
Estos últimos descubrimientos pueden ayudar a explicar los resultados de un estudio longitudinal a gran escala que se condujo en Nueva Zelandia, en el cual se encontró que el uso frecuente y empedernido de marihuana, empezando en la adolescencia, tenía una relación con una pérdida de un promedio de 8 puntos de coeficiente intelectual, medido durante la edad adulta.26 En este estudio, la evidencia indicando que aquellos que habían usado marihuana de una forma empedernida durante la adolescencia no recobraron el coeficiente intelectual perdido aunque hubieran dejado de usar marihuana durante la edad adulta, fue significativa. Las personas que solo habían comenzado a usar marihuana de forma empedernida ya siendo adultos, no perdieron ningún punto en su coeficiente intelectual. Estos resultados indican que el impacto más grande y a largo plazo del uso de marihuana ocurre en los jóvenes ya que su cerebro aun continua creando nuevas conexiones y madurando en otras formas. El sistema endocanabinoide tiene un papel muy importante en la formación apropiada de las sinapsis (las conexiones entre las neuronas) durante el comienzo del desarrollo del cerebro, y se ha propuesto que este podría tener un rol similar durante la refinación de las conexiones neurales durante la adolescencia. Si esto es confirmado por investigaciones científicas en el futuro, se podría decir que esta es una de las formas en que el uso de marihuana durante la adolescencia produce sus efectos a largo plazo.27
Nuestra capacidad de derivar conclusiones definitivas sobre el impacto del uso de marihuana a largo plazo en el cerebro humano, basándonos en estudios pasados, es usualmente limitada por el hecho de que los participantes en estos estudios tienden a usar varias sustancias, y típicamente no se tiene toda la información sobre la historia de la salud de los participantes o de su funcionamiento mental antes de participar en el estudio. En la próxima década, los Institutos Nacionales de la Salud planean financiar un estudio longitudinal que va a hacer un seguimiento de una muestra grande de jóvenes americanos desde los últimos años de su niñez (antes de comenzar a usar drogas) hasta sus primeros años como adultos. El estudio usara neuroimagenes y otras herramientas avanzadas para clarificar precisamente como y hasta qué punto la marihuana y otras sustancias, por si solas y combinadas, afectan el desarrollo del cerebro durante la adolescencia.
La marihuana, la memoria y el hipocampo

La degradación de la memoria por el uso de marihuana ocurre porque el THC altera la forma en que la información es procesada en el hipocampo, un área del cerebro responsable por crear memorias.
La mayoría de la evidencia científica que apoya esta afirmación proviene de estudios en animales. Por ejemplo, las ratas que son expuestas al THC cuando están en el útero, después de nacer o durante la adolescencia, muestran problemas notorios al ejecutar ciertas tareas específicas de aprendizaje y memoria más tarde en sus vidas. Por otra parte, el daño en las capacidades cognitivas en ratas adultas está vinculado con cambios estructurales y en el funcionamiento del hipocampo por haber estado expuestas al THC durante la adolescencia.
A medida que las personas van envejeciendo, pierden neuronas en el hipocampo, lo cual disminuye la habilidad para aprender nueva información. El estar expuesto de una forma crónica al THC puede acelerar la perdida de neuronas en el hipocampo relacionada con la edad. En un estudio, ratas que habían sido expuestas al THC a diario por 8 meses (aproximadamente un 30 por ciento de su vida) mostraron una perdida en células neurales (entre los 11 y los 12 meses de edad) igual a la que se ve en animales con el doble de la edad que no han sido expuestos al THC.
Reglas de oro para no tener problemas con los porros.
No hay una regla única que nos diga que si hacemos aquello, vamos a evitar todas las consecuencias negativas del consumo de cánnabis, excepto si no se fuma claro. Lo que si podemos encontrar son pistas a tres niveles que pueden ayudar a minimizarlas:
TU:
Como cualquier droga, sus efectos variarán en función de tu estado de ánimo, si estás rayado/a consumir puede agravarlo.
El azar, un consumo elevado o mezclarlo con alcohol puede acabar en un blancazo (pálida, amarillo). Es una bajada de tensión. En esos casos se recomienda la comer algo salado y tumbar a la persona afectada bocarriba con las piernas elevadas.
Tener que consumir mucho para notar los efectos significa que se está desarrollando tolerancia. Reducir el consumo hará que se tenga que fumar menos y que con menos se haga más.
El cannabis afecta a la memoria, una capacidad importante sobretodo si se está estudiando.
En clase, quedarse empanado por haberse fumado un porro es interpretado por algunas personas como: “me concentro más”. Nada más lejos de la realidad, tu capacidad de atención, concentración y memoria están mermadas por lo que probablemente estés perdiendo el tiempo. Saber cuando y donde fumar es más importante que saber fumar.
LOS PORROS:
Si al porro le añades tabaco estás consumiendo dos drogas distintas con distintos efectos y consecuencias. Un porro solo de marihuana puede ser muy fuerte, no hay obligación de acabárselo de una sentada ya que sería mucha cantidad en poco tiempo y pueden aparecer efectos secundarios indeseados.
Hay muchos tipos de marihuana: índica, sátiva, híbrida; de cultivos: de interior, de exterior, de guerrilla… Las concentraciones de THC pueden variar mucho de una a otra planta por lo que los efectos serán distintos. Ten cautela cuando consumas algo nuevo y varía la dosis en función de su potencia para evitar sobresaltos.
TU ENTORNO:
El consumo o tenencia en la vía pública es motivo de sanción. Si fumas en la calle hazlo lejos de espacios infantiles y en un lugar discreto.
No olvides que tan importante es el estado de ánimo al consumir como las personas que te rodean en el momento de consumir. Estar en un ambiente agradable y de confianza minimiza las posibilidades de “malos viajes”.
domingo, 15 de enero de 2017
Como dejar de fumar porros
Si notas que la hierba se esta apoderando de tu vida y ha empezado sustituir a todos tus amigos y pasatiempos, entonces es el momento de dejar de fumar porros y poner tu vida en orden de nuevo. La marihuana puede ser psicologicamente adictiva, lo que significa que tienes que estar mentalmente preparado y dispuesto a renunciar a tu habito. Asi que si estas buscando ayuda para recuperar tu vida de antes, sigue leyendo.
A continuación te presentamos 7 sencillos pasos que te ayudaran a dejar de fumar porros.
Tira toda la hierba y la parafernalia a la basura
Si te deshaces de las cosas que te facilitarían empezar a fumar de nuevo, tendrás menos probabilidad de ceder ante tus antojos. Aqui es lo que tendrás que hacer:
Deshazte de los mecheros, fósforos y cajitas para suministros. Vacía todos tus bolsillos para asegurarte que no te has dejado nada.
Tira cualquier resto de hierba por el inodoro para evitar el peligro de querer sacarlo de la basura más tarde.
Destruye todos tus suministros. O, si no los puedes destruir, tiralos en un contenedor de basura asqueroso, para no tener la tentación de recuperarlos más tarde. (Quizas es una buena idea ponerlos dentro de una bolsa de basura discreta antes de tirarlos).
Deshazte de cualquier cosa con la cual te entran las ganas de fumar hierba, sea tu videojuego preferido o un poster en tu cuarto. Esto puede parecer extremos, pero la eliminación de los factores desencadenantes puede ayudarte a vencer tu hábito.
Si tienes una persona a la que compras marihuana, borra su numero en tu movil.
Desazte de todo lo relacionado con la marihuana
Comunica tu decision de una manera clara a tu sistema de apoyo
Diles a tus amigos de confianza y a tus familiares lo que estas haciendo y pide su apoyo para ayudarte a dejar de fumar porros. Probablemente veras que estaran encantados con tu decision y te apoyaran en todo lo que puedan.
Esto es importante sobre todo si quieres seguir cerca de las personas que son fumadores activos. Diles que no estas intentando que ellos dejen de fumar, pero si que les agradecerias que no te presionasen para que empiezes de nuevo. Si no consigues ningun apoyo o si tratan de convencerte que fumes con ellos, deberías pararte a pensar, si esas personas realmente pertenecen en tu vida si no quieren respetar tus decisiones y peticiones.
Incluso puedes llegar a evitar durante un cierto periodo de tiempo los amigos con quienes fumabas. Si toda tu vida social con tus amigos consistió en drogaros juntos, entonces tendrás que buscar una red social nueva. Esto puede parecer duro, pero es asi.
Fumar marihuana en la adolescencia daña la inteligencia de por vida
Un estudio refuerza la idea de que los cerebros en formación son más vulnerables a distintos tipos de droga como el cannabis o el alcohol
Las investigaciones sobre el cannabis, la droga ilegal más consumida del mundo, han descubierto sus propiedades terapéuticas, pero también su lado tóxico. Ahora, un nuevo trabajo realizado por un grupo internacional de científicos liderado por Madeline Meier, de la Universidad de Duke, ha llegado a la conclusión de que el uso persistente de marihuana durante la adolescencia daña de forma duradera la inteligencia, la memoria y la capacidad de atención.
En concreto, el estudio, que se acaba de publicar en la revista PNAS, descubrió que las personas que comenzaron a fumar cannabis antes de los 18 años llegaron a perder, en el caso de los consumidores más empedernidos, hasta ocho puntos de cociente intelectual cuando se compararon los resultados de sus tests de inteligencia a los 13 y a los 38 años de edad. Además, los autores del artículo señalan que abandonar el consumo no sirvió para revertir la pérdida por completo. No obstante, consideran que se necesitan más estudios para determinar si esta pérdida de capacidades relacionadas con el cannabis son o no reversibles.
Los fumadores de marihuana en la adolescencia llegaron a perder hasta ocho puntos de cociente intelectual
Aunque la pérdida de ocho puntos de cociente intelectual puede no parecer muy grande en una escala en la que 100 es la media, Meier recuerda que “un mayor cociente intelectual está relacionado con una mayor educación e ingresos y con una vida mejor y más sana”. “Alguien que pierde ocho puntos de cociente intelectual como adolescente se verá en desventaja frente a la gente de su edad en el futuro”, añade.
“El estudio viene a confirmar algunas cuestiones que ya se sospechaban y apoya la idea de que el cerebro en maduración, tanto física como emocional, es mucho más susceptible al cannabis que el de una persona adulta”, explica Manuel Guzmán, catedrático de Bioquímica y Biología Molecular en la Universidad Complutense de Madrid y presidente de la Sociedad Española de Investigación sobre Cannabinoides. “Por eso, desde el punto de vista de la salud pública, aun con las limitaciones que tienen estos estudios, la conclusión más evidente es trabajar para que el inicio en el uso de este tipo de sustancias se alargue los más posible”, afirma. Guzmán puntualiza también que esta vulnerabilidad no se circunscribe al cannabis sino que se puede aplicar a otras drogas como el alcohol.
Los investigadores señalan que los daños se producen porque el cannabis produce cambios en el cerebro en una etapa en la que precisamente está experimentando numerosas transformaciones. La pubertad es un periodo de desarrollo crítico, que se caracteriza por la maduración de las neuronas y los sistemas de neurotransmisión, y por procesos de reorganización que hacen especialmente vulnerable el cerebro adolescente.
Veintisiete años de estudio
Para alcanzar sus conclusiones, los investigadores estudiaron a un grupo de 1.037 individuos de la localidad neozelandesa de Dunedin a lo largo de toda su vida. Les sometieron a pruebas neuropsicológicas en 1985 y 1986 antes de que hubiesen empezado a fumar marihuana y los tests se repitieron entre 2010 y 2012 cuando algunos de ellos ya la consumían de forma persistente. Este grupo estaba formado por alrededor de un 5% de los individuos, entre los que fueron considerados como dependientes de la marihuana (que mantienen el uso pese a problemas familiares, sociales o de salud significativos) o la fumaban más de una vez a la semana antes de cumplir 18 años.
«Se ha de retrasar al máximo el inicio en el uso de este tipo de sustancias»MANUEL GUZMAN
Presidente de la Sociedad Española de Investigación sobre Cannabinoides
En estos tests, cuando los participantes en el estudio tenían 38 años, se evaluó su memoria, su velocidad para procesar información y su capacidad de razonar. Las personas que fumaron marihuana de forma persistente durante su adolescencia tuvieron resultados significativamente peores en la mayoría de los exámenes. Además, los investigadores entrevistaron a amigos y parientes para conocer su percepción sobre los fumadores. Una mayoría aseguraba que los consumidores de cannabis tenían problemas de memoria y atención.
Este tipo de estudios presentan la limitación de que, entre otras cosas, solo encuentran una asociación entre el uso de cannabis y la disminución del cociente intelectual. Los propios autores reconocen en el artículo que publican en PNAS que, pese a la solidez de sus hallazgos, podría existir una “tercera” variable desconocida que explicase los resultados del estudio
Un estudio refuerza la idea de que los cerebros en formación son más vulnerables a distintos tipos de droga como el cannabis o el alcohol
Las investigaciones sobre el cannabis, la droga ilegal más consumida del mundo, han descubierto sus propiedades terapéuticas, pero también su lado tóxico. Ahora, un nuevo trabajo realizado por un grupo internacional de científicos liderado por Madeline Meier, de la Universidad de Duke, ha llegado a la conclusión de que el uso persistente de marihuana durante la adolescencia daña de forma duradera la inteligencia, la memoria y la capacidad de atención.
En concreto, el estudio, que se acaba de publicar en la revista PNAS, descubrió que las personas que comenzaron a fumar cannabis antes de los 18 años llegaron a perder, en el caso de los consumidores más empedernidos, hasta ocho puntos de cociente intelectual cuando se compararon los resultados de sus tests de inteligencia a los 13 y a los 38 años de edad. Además, los autores del artículo señalan que abandonar el consumo no sirvió para revertir la pérdida por completo. No obstante, consideran que se necesitan más estudios para determinar si esta pérdida de capacidades relacionadas con el cannabis son o no reversibles.
Los fumadores de marihuana en la adolescencia llegaron a perder hasta ocho puntos de cociente intelectual
Aunque la pérdida de ocho puntos de cociente intelectual puede no parecer muy grande en una escala en la que 100 es la media, Meier recuerda que “un mayor cociente intelectual está relacionado con una mayor educación e ingresos y con una vida mejor y más sana”. “Alguien que pierde ocho puntos de cociente intelectual como adolescente se verá en desventaja frente a la gente de su edad en el futuro”, añade.
“El estudio viene a confirmar algunas cuestiones que ya se sospechaban y apoya la idea de que el cerebro en maduración, tanto física como emocional, es mucho más susceptible al cannabis que el de una persona adulta”, explica Manuel Guzmán, catedrático de Bioquímica y Biología Molecular en la Universidad Complutense de Madrid y presidente de la Sociedad Española de Investigación sobre Cannabinoides. “Por eso, desde el punto de vista de la salud pública, aun con las limitaciones que tienen estos estudios, la conclusión más evidente es trabajar para que el inicio en el uso de este tipo de sustancias se alargue los más posible”, afirma. Guzmán puntualiza también que esta vulnerabilidad no se circunscribe al cannabis sino que se puede aplicar a otras drogas como el alcohol.
Los investigadores señalan que los daños se producen porque el cannabis produce cambios en el cerebro en una etapa en la que precisamente está experimentando numerosas transformaciones. La pubertad es un periodo de desarrollo crítico, que se caracteriza por la maduración de las neuronas y los sistemas de neurotransmisión, y por procesos de reorganización que hacen especialmente vulnerable el cerebro adolescente.
Veintisiete años de estudio
Para alcanzar sus conclusiones, los investigadores estudiaron a un grupo de 1.037 individuos de la localidad neozelandesa de Dunedin a lo largo de toda su vida. Les sometieron a pruebas neuropsicológicas en 1985 y 1986 antes de que hubiesen empezado a fumar marihuana y los tests se repitieron entre 2010 y 2012 cuando algunos de ellos ya la consumían de forma persistente. Este grupo estaba formado por alrededor de un 5% de los individuos, entre los que fueron considerados como dependientes de la marihuana (que mantienen el uso pese a problemas familiares, sociales o de salud significativos) o la fumaban más de una vez a la semana antes de cumplir 18 años.
«Se ha de retrasar al máximo el inicio en el uso de este tipo de sustancias»MANUEL GUZMAN
Presidente de la Sociedad Española de Investigación sobre Cannabinoides
En estos tests, cuando los participantes en el estudio tenían 38 años, se evaluó su memoria, su velocidad para procesar información y su capacidad de razonar. Las personas que fumaron marihuana de forma persistente durante su adolescencia tuvieron resultados significativamente peores en la mayoría de los exámenes. Además, los investigadores entrevistaron a amigos y parientes para conocer su percepción sobre los fumadores. Una mayoría aseguraba que los consumidores de cannabis tenían problemas de memoria y atención.
Este tipo de estudios presentan la limitación de que, entre otras cosas, solo encuentran una asociación entre el uso de cannabis y la disminución del cociente intelectual. Los propios autores reconocen en el artículo que publican en PNAS que, pese a la solidez de sus hallazgos, podría existir una “tercera” variable desconocida que explicase los resultados del estudio
Cada día me prometo que no voy a fumar y me repito que no soy adicta. Después prendo un porro y continúo con mi vida.
Llevo casi seis años repitiendo el mismo mantra cada mañana. Pospongo mi alarma varias veces hasta que por fin abro los ojos y me digo a mí misma: "No voy a fumar marihuana esta mañana". El mantra suele venir acompañado de una promesa a mí misma de que voy a dedicar el día completo a escribir en vez de fumar y flotar por el mundo entorpecida por la mota.
Repito el mantra continuamente mientas trato de pararme de la cama y arrastrarme al tocador donde están mis tesoros más valiosos: un medallón de bruja color negro y dorado que le perteneció a mi abuela, y un elefantito decorado con joyas que me compró mi mejor amiga en uno de sus viajes. El elefante tiene un compartimiento secreto donde se esconde un trozo de jade rojo. Según Ashley, mi amiga, el jade rojo ayuda a combatir los miedos y dudas.
Junto al medallón, al elefante y al jade, se encuentra mi pipa de vidrio color azul marino. La tomo y la lleno de mota mientras pronuncio las últimas palabras del mantra. Me siento en la orilla de la cama y fumo "poquito".
Como dije antes, llevo seis años tratando de no fumar en la mañana y diez años fumando diario. Empecé a los 16 años y en dos semanas voy a cumplir 27.
Si tengo la oportunidad, fumo tres veces al día: una en la mañana, una en la tarde y muchas en la noche, dependiendo de cuánta mota me quede. Fumo para sobrevivir las partes más aburridas del día: tareas pesadas como preparar el desayuno, bañarme, hacer mandados y caminar al trabajo.
A veces siento que ya ni siquiera me hace efecto, que ya solo sirve para cambiar de humor. Cuando fumo, soy capaz de hacer todo lo necesario, como leer, escribir, conducir, hacer tareas rutinarias y mantener una conversación. Sin embargo, no soy tan productiva como quisiera. El problema es que en general prefiero evitar esas actividades.
A pesar de mis mantras, muchos días termino trabadísima. Y claro, mi trabajo se ve afectado. ¿Será cierto que el consumo crónico afecta la motivación? Para mí, un día productivo significa enviar un par de correos, trabajar unas cuantas horas en mi trabajo de medio tiempo y escribir entre dos y tres horas. Este artículo es un muy buen ejemplo: lo aprobaron hace más de un año y lo acabo de entregar. Fumo en vez de escribir entre semana, me la paso viendo orgías en Pornhub y comiendo galletas saladas con queso. Antes de que me de cuenta ya es VIERNES y obvio tengo que tomarme un descanso de tanto trabajo.
Me digo a mí misma que está bien y que mi vida no es deprimente. Tengo una maestría, publico con regularidad, tengo un trabajo, una pareja, amigos y un bonito departamento cerca del metro. Me baño (a veces). No estoy tan mal, ¿o sí? No soy adicta.
Tomé un curso de psicología cuando estaba en el colegio y decidí que mi ensayo final se trataría sobre si la marihuana era o no adictiva. El objetivo era hacer una investigación científica profunda para refutar a los aguafiestas que aseguran que la marihuana entorpece mis sentidos. Y el resultado fue justo el que esperaba: la marihuana no es físicamente adictiva. Solo es psicológicamente adictiva. Eso significa que si tienes una adicción es porque tú solo te convenciste de que la necesitabas. Aunque sí hay cambios físicos en tu cerebro. El Centro para la Adicción y la Salud Mental, ubicado en Toronto, publicó que la marihuana afecta la motivación y que aquellos que dejan de consumirla pueden llegar a experimentar pérdida de apetito, ansiedad y otros efectos secundarios. Dijeron que es adictiva y punto.
Pero me niego a aceptarlo. Es una planta. Es inofensiva. Es una medicina. No puedo ser adicta.
Entonces, ¿cómo es que esta plantita inofensiva que los humanos han fumado por miles de años es capaz de controlar lo que hago?
Hoy en día admito que he sido psicológicamente adicta al porro por más de diez años. Fumo para comer, dormir, relajarme, divertirme, calmarme, olvidar una experiencia horrible, mejorar mi autoestima, hacer mandados, ver la tele o crear algo.
La mota aplaca cualquier dolor, me ayuda a olvidar los problemas, hace que la banda Sublime suene convincente y es la mejor cura para la resaca.
Pero hace unos años las desventajas empezaron a superar en número a las ventajas. ¿Han escuchado que la mota hace a la gente un poco más estúpida? Pues, debo confesar que mi memoria falla cada vez más. Cuando fumo tengo un sin fin de ideas increíbles para nuevos artículos (ya sé, ya sé, es lo mismo que dicen todos los stoners pero ES CIERTO). Sin embargo, se evaporan apenas se materializan. Mi vocabulario que alguna vez fue vasto se va reduciendo poco a poco, y con él, mi autoestima. Ya ni siquiera puedo deletrear. Ya no soy inteligente como recuerdo haberlo sido en algún punto en mi vida. Soy paranoica y muy nerviosa. No soy capaz de poner atención. No tengo coordinación. Me da pavor hablar con los encargados de las tiendas (¿Qué tal si se dan cuenta que fumé?)
La ansiedad que me provoca la marihuana está arruinando mi vida. ¿Cuándo voy a volver a llenar mis reservas? ¿Me va a dar tiempo? ¿Huelo a yerba? Seguro sí. Mierda, dentro de poco me voy de viaje para visitar a mi familia. ¿De dónde voy a sacar marihuana? ¿Y si me llevo la mía? ¿Y si tienen perros en el aeropuerto? Voy a decirle a mi hermano que me consiga un poco.
Fumo aún cuando no quiero. Se volvió un hábito, como lavarme los dientes. Fumo, se acelera mi ritmo cardiaco y me estreso por todo lo que debería estar haciendo en vez de fumar. Así como prometí que no iba a fumar en la mañana, ahora me prometo que ya no voy a comprar más. Uno y ya, no más. Hasta aquí. Ya no voy a llamar a mi dealer. Fumo en pequeñas cantidades para que no se me acabe. Después, cuando por fin se termina, rasco lo que queda en la pipa, lo mezclo con las sobras y fumo mientras le escribo a mi dealer. Después voy a comprar más. Ya van varias veces que utilizo mis últimos 3000 pesos para comprar mota en vez de comida. He tenido que vender ropa en tiendas de segunda mano y, apenas me doy la vuelta, lo gasto en marihuana.
También mis amigos se han visto afectados por mi adicción. A veces estoy tan mal que tengo que cancelar los planes que habíamos hecho porque no puedo salir de la casa. Las personas que solía ver una o dos veces a la semana ya dejaron de buscarme porque se hartaron de mi impuntualidad (y porque nunca me acuerdo de lo que me cuentan). Siempre he tratado de comer bien y mantenerme en forma pero ya empecé a engordar porque paso mucho tiempo acostada viendo Netflix mientras como papitas con queso. Ah, y comida para llevar.
Guácala, soy un cliché andante. Ya tengo 27 años, ya estoy vieja para estas cosas.
Llevo años mintiéndome a mí misma e inventando excusas. Fumo contra mi voluntad. Todo el día. Si no me molesta la cantidad que fumo, ¿entonces por qué tengo que repetirme a mí misma mis logros una y otra vez? ¿por qué invento excusas para no escribir? Es como si mi yo interno estuviera tratando de perdonar los pecados de mi yo externo.
La gota que derramó el vaso fue hace seis meses, cuando estaba de visita en casa de mi abuela. Fumé cuando mi abuela estaba dormida.
"Conozco el olor de la marihuana", dijo a la mañana siguiente, con una mirada que mostraba tristeza y decepción. "Mírate, ni siquiera puedes llevar un horario normal. Es hora de que ordenes tu vida". Como era de esperarse, primero creí que había sido muy grosera y que no debería meterse con mi medicina. De esa forma reacciono cada que alguien me dice que deje de fumar o que en general dejar un vicio ayuda a todos a mejorar su salud. Hago berrinche. Me enojo. Lo niego.
Pero hace tres semanas, decidí que estaba lista para dejarlo. Agoté mis reservas y no le escribí a mi dealer. Hay muchas razones para dejar este vicio. En mi caso, me harté de la paranoia, la ansiedad y la poca productividad. Me harté de la desidia. Tenía miedo de dejarla porque no sabía qué haría después. Pero llegó la hora.
¿Y cómo me siento hasta ahora? Bien, hasta eso. Mejor de lo que esperaba. Creí que iba a sentir ansiedad, náuseas o que iba a estar irritable por semanas. Por suerte, mi humor general no ha empeorado y mis nervios están en mejores condiciones en comparación a cuando estaba drogada todo el día. También disminuyó mi apetito pero eso es bueno porque quiero bajar de peso.
No quiero gritar a los cuatro vientos que estoy limpia y mucho menos sonar como una idiota hipócrita y santurrona, pero debo confesar que se han resuelto muchos de mis problemas desde que dejé de fumar. Ahora veo a mis amigos con más frecuencia. De hecho, conocí a unas cuantas personas en estas últimas dos semanas porque ya no me aterra hablarle a la gente. Hasta envié propuestas de artículos nuevos. Soy de esa clase de gente que le reza al universo para que los días tengan más horas. Ahora tengo tiempo de escribir, cocinar y leer.
Pero no me malinterpreten. No digo que la vida sin marihuana sea la mejor. Amo el porro. Y lo extraño. En vacaciones planeo fumarme un buen porro. La única diferencia es que ahora yo voy a tener el control. Voy a recordar qué se siente estar trabadísima. Estoy ansiosa porque llegue ese momento.
Cómo dejar de fumar porros
Uno de los problemas más extendidos entre la juventud es la adicción a las drogas; generalmente, se empieza por las llamadas drogas blandas, que no son tales pues suponen el mismo grado de adicción, y además son el caldo de cultivo perfecto para futuras caídas en otro tipo de estupefacientes como la cocaína o las pastillas. Es por eso que los padres y educadores deben estar muy atentos a los jóvenes para evitar que caigan en la drogadicción, y para aquellos que ya están inmersos en ella, hay una serie de consejos y razones para que dejen de consumir este tipo de sustancias.
Lo primero que el individuo ha de tener en cuenta es que el hachís o la marihuana son altamente adictivos, y que no son ningún juego, a pesar de las propiedades calmantes y relajantes que normalmente se les adjudica. Normalmente, estos beneficios asociados no son más que el efecto que estas drogas hacen al tomarlas tras un estado de ansiedad, nerviosismo y agresividad que provoca la falta de las mismas. A la larga, los porros van creando problemas tanto a nivel psicológico como físico, social, familiar y económico (el adicto buscará dinero para seguir comprando su dosis). Además, son motivo de fracaso académico por la falta de concentración y de rendimiento que causan.
Cuando una persona se plantea dejar esta droga, lo principal es que se sienta motivada y segura de hacerlo, tiene que tener claro que lo importante es su salud y su bienestar, y que esa es la principal razón para dejarlo. Se aconseja hacer ejercicio al aire libre, para descongestionar los pulmones y abrir la mente, así se descarga adrenalina y se oxigenan las células dañadas por el hachís. También hay que tratar de realizar actividades que sustituyan aquellas que inducen al consumo, es decir, ir al cine, de compras, a bailar, pasear, comer o cenar en algún restaurante, etc. Es importante asimismo intentar cambiar de amistades o ver menos a aquellas personas que fuman habitualmente estas sustancias; si la persona se rodea de gente sana, le será más fácil superar el hábito y no recaer en el consumo. Si se cuenta con el apoyo de amigos y familia, será más sencillo superar la adicción, por tanto, no hay que tener miedo ni pudor de contárselo a los más allegados, ya que su ayuda y comprensión es fundamental en estos casos. Y si se llega al límite de no poder salir por sí mismo, lo mejor es acudir a un especialista e incluso a una clínica de desintoxicación, donde los expertos podrán dilucidar el mejor tratamiento para cada adicto.
Para ayudar con el síndrome de abstinencia podemos recurrir a productos sustitutivos como en el caso del tabaco: regaliz, chicles, caramelos, fruta, infusiones, frutos secos Tampoco hay que pretender dejarlo de golpe, sino que es preferible reducir la dosis poco a poco, tanto en la frecuencia como en la cantidad de cannabis que se incluye en cada porro. Cuando se convierte en un verdadero problema a nivel social y relacional, puesto que el consumidor se esconde para fumar, es importante que su entorno se dé cuenta a tiempo y no le recrimine, sino que intente hacerle ver la realidad, que los porros no son sino una evasión y que no los necesitan para seguir adelante con el día a día. Hay que ayudarles sobre todo a mantener la mente activa, para lo cual son muy oportunos los juegos de mesa y de estrategia, la lectura y los deportes de estrategia y acción.
Lo primero que el individuo ha de tener en cuenta es que el hachís o la marihuana son altamente adictivos, y que no son ningún juego, a pesar de las propiedades calmantes y relajantes que normalmente se les adjudica. Normalmente, estos beneficios asociados no son más que el efecto que estas drogas hacen al tomarlas tras un estado de ansiedad, nerviosismo y agresividad que provoca la falta de las mismas. A la larga, los porros van creando problemas tanto a nivel psicológico como físico, social, familiar y económico (el adicto buscará dinero para seguir comprando su dosis). Además, son motivo de fracaso académico por la falta de concentración y de rendimiento que causan.
Cuando una persona se plantea dejar esta droga, lo principal es que se sienta motivada y segura de hacerlo, tiene que tener claro que lo importante es su salud y su bienestar, y que esa es la principal razón para dejarlo. Se aconseja hacer ejercicio al aire libre, para descongestionar los pulmones y abrir la mente, así se descarga adrenalina y se oxigenan las células dañadas por el hachís. También hay que tratar de realizar actividades que sustituyan aquellas que inducen al consumo, es decir, ir al cine, de compras, a bailar, pasear, comer o cenar en algún restaurante, etc. Es importante asimismo intentar cambiar de amistades o ver menos a aquellas personas que fuman habitualmente estas sustancias; si la persona se rodea de gente sana, le será más fácil superar el hábito y no recaer en el consumo. Si se cuenta con el apoyo de amigos y familia, será más sencillo superar la adicción, por tanto, no hay que tener miedo ni pudor de contárselo a los más allegados, ya que su ayuda y comprensión es fundamental en estos casos. Y si se llega al límite de no poder salir por sí mismo, lo mejor es acudir a un especialista e incluso a una clínica de desintoxicación, donde los expertos podrán dilucidar el mejor tratamiento para cada adicto.
Para ayudar con el síndrome de abstinencia podemos recurrir a productos sustitutivos como en el caso del tabaco: regaliz, chicles, caramelos, fruta, infusiones, frutos secos Tampoco hay que pretender dejarlo de golpe, sino que es preferible reducir la dosis poco a poco, tanto en la frecuencia como en la cantidad de cannabis que se incluye en cada porro. Cuando se convierte en un verdadero problema a nivel social y relacional, puesto que el consumidor se esconde para fumar, es importante que su entorno se dé cuenta a tiempo y no le recrimine, sino que intente hacerle ver la realidad, que los porros no son sino una evasión y que no los necesitan para seguir adelante con el día a día. Hay que ayudarles sobre todo a mantener la mente activa, para lo cual son muy oportunos los juegos de mesa y de estrategia, la lectura y los deportes de estrategia y acción.
Beneficios de dejar de fumar Marihuana
Ahorras dinero, bien el que gastabas en comprarla o bien el que gastabas en cultivarla. Con ese dinero puedes darte un capricho mas adelante, ropa, videoconsolas, comidas, etc…
Tu salud va a mejorar mucho, lo notaras a los pocos días de dejar de fumar (en menos de 10 días notaras una gran mejoría si consumías excesivamente).
Tendrás una mente clara, serás mucho más productivo en tu vida personal y en tu trabajo.
Desaparecerá la ansiedad por fumar, la ansiedad en general.
Aunque mucha gente dice que fuma Marihuana para dormir mejor, lo cierto es que la marihuana no ayuda a dormir mejor. Cuando dejes de fumar, notaras como tus sueños son mucho mas placenteros, descansaras mucho mejor, te gustara mucho mas dormir y soñaras más. Dormir se convertirá en un autentico placer.
Tu vida social y relaciones mejoraran muy considerablemente, aunque ahora no lo creas, lo veras en apenas unas semanas tras haber dejado de consumir Cannabis.
Tu corazón recupera casi de inmediato su ritmo normal, ya no estará acelerado ni alterado como cuando se consume Marihuana.
Evitaras en un gran porcentaje los riesgos de contraer Cáncer. Fumar marihuana produce cáncer, al igual que el tabaco o el consumo de cualquier otra materia vegetal mediante combustión (excepto vaporizarla, que elimina un gran porcentaje de las sustancias nocivas).
Si lo que quieres es reducir la tolerancia simplemente, deberás esperar 15 días, aunque lo recomendable es estar unos 40 días sin fumar y tu tolerancia volverá a ser de cero.
Cómo empiezo a dejar de fumar Marihuana?
Lo primero que debes hacer es pensártelo y mucho, medítalo un día tras otro, hasta que lo tengas muy pero que muy claro. No sirve de nada dejar de fumar Marihuana si no lo tenemos claro, porque estaremos fumando nuevamente a las pocas horas o días.
Sigue estos sencillos y prácticos consejos que te ayudaran a olvidar la Marihuana por un tiempo, o para siempre, a tu elección:
Haz una lista escrita con los “pros” y los “contras” del consumo de Marihuana en tu vida, que beneficios te da y que inconvenientes.
Escribe una carta donde expongas todo lo negativo que te aporta consumir Marihuana y por qué quieres dejar de consumirla. Es una carta privada, solo para ti, no es necesario que se la enseñes a nadie pero si es muy importante que la hagas.
Habla con tus amigos “fumetas” y diles que vas a darte un tiempo, que no te inviten a fumar ni te hablen de Marihuana. Como consejo personal, te recomiendo que no visites a tus amigos “fumetas” por lo menos durante el primer mes si decides comenzar a dejar la Marihuana.
Saca de tu casa todo lo que se relacione con la Marihuana (papel de fumar, pipas, vaporizadores, semillas, fotos, hachís, marihuana……). Dáselo a un amigo para que te guarde, tíralo o guárdalo en un trastero, como veas… pero no dejes nada relacionado con la Marihuana en tu casa.
No bebas alcohol durante por lo menos el primer mes. El alcohol es un depresivo, que hace que tu fuerza de voluntad se minimice y muy probablemente su consumo hará que te den ganas de fumar Marihuana.
No dejes otros vicios como el tabaco a la vez, o comiences una dieta, etc… Céntrate única y exclusivamente en no fumar Marihuana, es muy sencillo, pero no lo juntes con otras cosas.
Haz ejercicio, no hace falta que te machaques en el Gym ni que corras 500 kilómetros, simplemente sal y da paseos, coge a tu perro o al del vecino y llévatelo a pasear, que te de el aire fresco a diario.
Bebe agua y leche con frecuencia, eso ayuda a eliminar toxinas más rápidamente que si no lo hicieras, es bueno para ti.
Compra caramelos de menta muy fuertes, cuando tengas ganas de fumar …. comete uno o dos, si las ganas continúan, da un paseo y que te de el fresco.
No pienses en lo bueno que seria fumar, sino en lo bueno que es no fumar y lo bien que te sientes y te vas a sentir.
Obviamente no te juntes con gente que fuma delante de ti, ni acudas a sitios donde se fuma, etc… Intenta evitar la vida Cannabica, por lo menos durante el primer mes.
Mantén una aptitud positiva, no se acaba el mundo por no fumar, seguro que durante muchos años de tu vida no has fumado y fuiste feliz, ¿Por qué no lo ibas a ser ahora de nuevo?
Querido Amigo,
Has llegado al lugar correcto, en el momento indicado, ya que aquí aprenderás la única manera natural para poder combatir la adicción que tanto mal te ha estado haciendo.
Mi nombre es Andrés Kelly, y he sido consumidor de marihuana por casi 10 años. He pasado por momentos horribles y he llegado a hacer cosas de las cuales me arrepiento día tras día.
Mi comienzo con la droga fue similar al de muchos otros jóvenes. Todos mis amigos consumían y no quería quedarme fuera de ello. Así fue como probé la marihuana. Las primeras veces parecía divertido, ya que todos reíamos y hablábamos cosas sin sentido.
Fumaba casi todos los fines de semana, creía tener la situación controlada. Poco a poco, empecé a fumar más seguido, al igual que mis amigos. Ya no sólo nos juntábamos a fumar los fines de semana, sino que comenzamos a hacerlo casi todos los días.
Ya no teníamos el control de la droga, sino que ella nos controlaba a nosotros.
En un momento dejé de prestarle atención a todas las demás cuestiones de mi vida, sólo me importaba fumar. Tenía una novia hermosa, que me quería mucho, pero no pudo soportar mi nuevo estilo de vida, así que decidió abandonarme. Descuidé mis estudios. Ya no iba a clase, y cuando lo hacía, estaba tan drogado que no podía prestarle atención a una sola palabra de lo que me decían. Estaba perdido.
Había empezado a trabajar con un amigo de mi padre, ayudándolo en su fábrica con tareas administrativas, para así poder juntar dinero para pagar mis estudios. Terminé defraudándolo de la peor manera posible.
La Marihuana ocupaba el lugar más importante dentro de mi vida. Desde que me levantaba, hasta que me acostaba pensaba en ella. Mis amigos se encontraban en una situación similar a la mía, pero yo estaba fuera de control.
El dinero no me alcanzaba para poder pagar mis estudios y a la vez comprar marihuana. Por eso lo primero que hice fue dejar de estudiar. Le mentí a mi familia por casi 6 meses. Me iba todas las mañanas de mi casa como si estuviese yendo a la Universidad, cuando en realidad estaba haciendo algo mucho más terrible y autodestructivo.
La droga parecía no alcanzar, el dinero parecía no alcanzar. Comencé a vender mis pertenencias para poder pagar “mis deudas”. Todavía me arrepiento de la cantidad de cosas de las que me deshice para poder comprar marihuana. Tantas cosas con un significado especial, tantos recuerdos. Claramente no estaba en mis cabales cuando hice todas esas locuras.
Cuando ya no me quedaron más cosas de valor para vender, comencé a robar. Robaba a mi hermana, a mis padres y también en mi trabajo (cuando no faltaba). Un día, el amigo de mi padre (mi jefe) me sorprendió tomando su dinero. Fue lo peor que pudo haberme sucedido. Pasé una vergüenza horrorosa. Decidió no contarle a mi padre, pero me dijo que ya no podría seguir trabajando allí.
La marihuana no sólo crea adicción física debido a las toxinas que posee, sino que la adicción más fuerte que genera esta droga en los consumidores es la adicción psicológica.
Mucha gente se cree capaz de poder renunciar a este vicio sin tener mayores problemas. Eso lo pueden decir ya que nunca lo han intentado, ni lo piensan hacer tampoco.
Este método de autoengaño sólo justifica el consumo indiscriminado de marihuana ya que “si lo deseo, puedo dejar de fumar de un día para otro”.
La marihuana crea dependencia física dentro del cuerpo, lo que termina provocando el deseo de consumir cada vez más y más hierba.
Así pasé algunos meses de consumo indiscriminado de marihuana, con mis amigos de siempre, y también con gente nueva que había conocido. Me encontraba en un estado de inconsciencia constante, una situación más que lamentable.
Todo este mundo de sombras y adicción llegó a su fin el día 5 de febrero de 2011. Jamás podré olvidar esa fecha. Nos encontrábamos en la casa de Pablo, uno de mis mejores amigos desde mi infancia. Estábamos todos drogados como de costumbre y decidimos ir a una discoteca. Ese fue el último recuerdo lúcido que tuve.
Desperté 10 horas después, en la cama de un hospital. Habíamos tenido un accidente automovilístico. Dos de mis mejores amigos murieron, y otros dos estaban muy graves. Estuve en el hospital casi 1 semana, ya que me había fracturado una pierna y tenía golpes severos en el cráneo.
Este episodio hizo un quiebre en mi vida. Lamentablemente tuvo que suceder algo tan terrible para que pudiera “abrir los ojos”. Sabía que mi vida debía cambiar. Esto no podía seguir así.
La semana en el hospital me sirvió para poder pensar, y pensé mucho. Decidí contarles TODO a mis padres. No podían creer lo que estaban escuchando. Es increíble cómo no podían ver todo lo que estaba pasando en mi vida, o quizás era que no querían verlo.
Has llegado al lugar correcto, en el momento indicado, ya que aquí aprenderás la única manera natural para poder combatir la adicción que tanto mal te ha estado haciendo.
Mi nombre es Andrés Kelly, y he sido consumidor de marihuana por casi 10 años. He pasado por momentos horribles y he llegado a hacer cosas de las cuales me arrepiento día tras día.
Mi comienzo con la droga fue similar al de muchos otros jóvenes. Todos mis amigos consumían y no quería quedarme fuera de ello. Así fue como probé la marihuana. Las primeras veces parecía divertido, ya que todos reíamos y hablábamos cosas sin sentido.
Fumaba casi todos los fines de semana, creía tener la situación controlada. Poco a poco, empecé a fumar más seguido, al igual que mis amigos. Ya no sólo nos juntábamos a fumar los fines de semana, sino que comenzamos a hacerlo casi todos los días.
Ya no teníamos el control de la droga, sino que ella nos controlaba a nosotros.
En un momento dejé de prestarle atención a todas las demás cuestiones de mi vida, sólo me importaba fumar. Tenía una novia hermosa, que me quería mucho, pero no pudo soportar mi nuevo estilo de vida, así que decidió abandonarme. Descuidé mis estudios. Ya no iba a clase, y cuando lo hacía, estaba tan drogado que no podía prestarle atención a una sola palabra de lo que me decían. Estaba perdido.
Había empezado a trabajar con un amigo de mi padre, ayudándolo en su fábrica con tareas administrativas, para así poder juntar dinero para pagar mis estudios. Terminé defraudándolo de la peor manera posible.
La Marihuana ocupaba el lugar más importante dentro de mi vida. Desde que me levantaba, hasta que me acostaba pensaba en ella. Mis amigos se encontraban en una situación similar a la mía, pero yo estaba fuera de control.
El dinero no me alcanzaba para poder pagar mis estudios y a la vez comprar marihuana. Por eso lo primero que hice fue dejar de estudiar. Le mentí a mi familia por casi 6 meses. Me iba todas las mañanas de mi casa como si estuviese yendo a la Universidad, cuando en realidad estaba haciendo algo mucho más terrible y autodestructivo.
La droga parecía no alcanzar, el dinero parecía no alcanzar. Comencé a vender mis pertenencias para poder pagar “mis deudas”. Todavía me arrepiento de la cantidad de cosas de las que me deshice para poder comprar marihuana. Tantas cosas con un significado especial, tantos recuerdos. Claramente no estaba en mis cabales cuando hice todas esas locuras.
Cuando ya no me quedaron más cosas de valor para vender, comencé a robar. Robaba a mi hermana, a mis padres y también en mi trabajo (cuando no faltaba). Un día, el amigo de mi padre (mi jefe) me sorprendió tomando su dinero. Fue lo peor que pudo haberme sucedido. Pasé una vergüenza horrorosa. Decidió no contarle a mi padre, pero me dijo que ya no podría seguir trabajando allí.
La marihuana no sólo crea adicción física debido a las toxinas que posee, sino que la adicción más fuerte que genera esta droga en los consumidores es la adicción psicológica.
Mucha gente se cree capaz de poder renunciar a este vicio sin tener mayores problemas. Eso lo pueden decir ya que nunca lo han intentado, ni lo piensan hacer tampoco.
Este método de autoengaño sólo justifica el consumo indiscriminado de marihuana ya que “si lo deseo, puedo dejar de fumar de un día para otro”.
La marihuana crea dependencia física dentro del cuerpo, lo que termina provocando el deseo de consumir cada vez más y más hierba.
Así pasé algunos meses de consumo indiscriminado de marihuana, con mis amigos de siempre, y también con gente nueva que había conocido. Me encontraba en un estado de inconsciencia constante, una situación más que lamentable.
Todo este mundo de sombras y adicción llegó a su fin el día 5 de febrero de 2011. Jamás podré olvidar esa fecha. Nos encontrábamos en la casa de Pablo, uno de mis mejores amigos desde mi infancia. Estábamos todos drogados como de costumbre y decidimos ir a una discoteca. Ese fue el último recuerdo lúcido que tuve.
Desperté 10 horas después, en la cama de un hospital. Habíamos tenido un accidente automovilístico. Dos de mis mejores amigos murieron, y otros dos estaban muy graves. Estuve en el hospital casi 1 semana, ya que me había fracturado una pierna y tenía golpes severos en el cráneo.
Este episodio hizo un quiebre en mi vida. Lamentablemente tuvo que suceder algo tan terrible para que pudiera “abrir los ojos”. Sabía que mi vida debía cambiar. Esto no podía seguir así.
La semana en el hospital me sirvió para poder pensar, y pensé mucho. Decidí contarles TODO a mis padres. No podían creer lo que estaban escuchando. Es increíble cómo no podían ver todo lo que estaba pasando en mi vida, o quizás era que no querían verlo.
Dejar de Fumar Marihuana, cómo dejar los porros
Si quieres dejar de fumar marihuana, es porqué la marihuana (conocida como maria o variantes como hachís) es lo que conocemos como una droga blanda, que normalmente se consume fumada y produce bienestar y tranquilidad en el mayor de los casos. Dejar de fumar porros gratis es posible y ademas muy fácil si te lo propones.
El abuso de fumar marihuana provoca perdidas de memoria, temblores, malestar general y problemas graves de relación que dificultan los estudios y el trabajar. Dejar la marihuana es muy importante para poder tener una vida sana física y mentalmente.
El cannabis pertenece al grupo de denominas sustancias alucinógenas y depresoras. Proviene de la planta del cáñamo (Cannabis sativa). Es una planta silvestre que crece en todo el mundo. Actúa como desorganizador (alucinógeno) y también como depresor del sistema nervioso central.
También denominado hachís o porro, es la droga ilegal más consumida en todo el mundo, a pesar de que su cultivo y tráfico están penalizados en la mayoría de países.
Los inicios del consumo, a nivel psicológico, provoca grandes alteraciones como distorsión la percepción estropeando la sensibilidad. La ingestión de marihuana produce diversos efectos, los cuales varían de una persona a otra. El “high” dura de dos a cuatro horas; algunas personas experimentan mareos y aturdimiento, mientras que otras sufren depresión y tristeza.
ADICCIÓN A LOS PORROS
El auto-engaño, convencerse a si mismo de una verdad infundada, es una conducta que suscita al no dejar de consumir. Aparece la justificación del consumo…”es una planta”, tiene efectos terapéuticos, no es tan mala como otras drogas…”
Aparentemente el consumidor cree que la sustancia le provoca diversión, la utiliza para evadirse de problemas y relajarse, pero solo aparentemente, ya que la ausencia de dosis diaria provoca ansiedad, y con el tiempo aparece la necesidad de consumir más droga para obtener los mismos efectos que al principio.
Se desarrolla la enfermedad de la adicción.
LAS CONSECUENCIAS DE LOS PORROS
Las consecuencias médicas del consumo más frecuentes son intoxicación aguda, síndromes psicóticos, trastornos de ansiedad i dependencia, disminuye la memoria y la voluntad.
Actualmente continúa vigente su papel como puerta de entrada al consumo de otras drogas, los efectos que puede tener el consumo crónico y su relación con la psicosis.
Existen otras complicaciones asociadas como la destrucción del entorno social, personal y familiar. Estas consecuencias complican dejar los porros, ya que añaden al paciente más presión y ansiedad, con lo que complica la recuperación.
COMO ACTUAR?
Si crees que tienes un problema o sospechas que un familiar padece adicción a los porros, lo mas importante es acudir a profesionales para recibir el diagnóstico adecuado. En el caso de necesitar una desintoxicación, hay que saber que se requiere de supervisión médica, ya que si una persona adicta abandona el consumo de una manera drástica, sufrirá un síndrome de abstinencia grave, con diarrea, temblor, ansiedad y taquicardia.
COMO DEJAR DE FUMAR MARIHUANA
Dejar la marihuana es posible, igual que dejar de fumar hachis o drogas mas duras, también es posible dejar la cocaina si alguien se lo propone. Lo mas importante es la ayuda terapéutica para poder seguir consejos y medidas para dejarlo, ya sea dejar de fumar progresivamente o dejar la maria de golpe.
SOY ADICTO A LA MARIHUANA
El primer paso para solucionar el problema y dejar de fumar marihuana es reconocer el problema y afrontarlo. Comentarlo con la familia y amigos es muy importante para que te ayuden a afrontar el problema. Alejarse de los ambientes que te recuerden a la adicción es mas que recomendable, igual que si hace falta, perder las “amistades” ligadas al consumo de marihuana. Dejar la mariuana depende de ti y tu fuerza de voluntad.
DEJAR DE FUMAR MARIHUANA EFECTOS SECUNDARIOS
El mayor efecto secundario de dejar la marihuana en una primera etapa es el conocido como “mono”. Una vez superados los primeros dias y semanas empezaras a notar que tu cerebro empieza a funcionar mejor, eres mas rápido hablando y fisicamente te encuentras mejor, tus pulmones se limpian y tu corazón lo agradece.
DEJAR DE FUMAR PORROS
El Hachis tambien conocido como porro, están consideradas como drogas blandas. No por eso dejar de fumar porros es fácil. Los efectos negativos de los porros o marihuana es la falta de interes, desmotivación y asi algunos trastornos psicóticos. Des de un punto de vista fisico insuficiencias coronarias y problemas de arritmia.
CONSUMO DE PORROS
El consumo de porros en exceso, conlleva a una serios efectos negativos, como perdida de memoria, ansiedad, taquicardia, sequedad en la boca y hipertensión.
Hay muchas razones para dejar de fumar porros:
Problemas familiares, sociales y económicos.
Peor concentración en estudios y trabajo.
Por lo general la adicción va aumentando lentamente con el tiempo, el consumidor no es consciente de ello.
RAZÓN PARA DEJAR DE FUMAR PORROS
La única razón por la que no se dejan los porros es la adicción que causan y aunque en ocasiones creen estados de relajación esta puede ser producida no porque relajen, si no porque la ausencia de la dosis diaria provoca ansiedad, nerviosismo y agresividad en algunos casos.
Para dejar de fumar porros te recomiendo que te plantees que tienes un problema, busca aficiones distintas, como hacer deporte, leer, salir con gente que no fuma y sobretodo una supervisión medica para que la recuperación no deje secuelas y sea definitiva.
Nota: La información presente en esta web no remplaza si no complementa la relación médico-paciente y en caso de duda se consulte con el médico de referencia.
lunes, 9 de enero de 2017
Hoy no existe ninguna duda de que fumar perjudica la salud. Los efectos del tabaco sobre la salud se conocen desde mediados del siglo XX y se descubrieron cuando el consumo de cigarrillos estaba extendido entre la población. Este aspecto ha condicionado que muchos fumadores que hoy son adultos «crecieran» con la idea de que fumar no era perjudicial y ha hecho mucho más difícil concienciar a la población de que fumar es perjudicial. Fumar se relaciona directamente con más de 25 enfermedades y es la principal causa del 30% de todos los cánceres. Fumar cigarrillos produce cáncer de pulmón, de laringe, de vejiga, entre otros. También es causa de bronquitis crónica y enfisema, de enfermedad cardiovascular y de cardiopatía coronaria. Además si eres mujer te puede perjudicar a ti y en el caso de que estés embarazada también a tu hijo.
En España se estima que en el año 2001 murieron 50.000 personas por causa del tabaco. Aunque los números son muy fríos nos dan una idea de la magnitud del problema. En realidad a la pregunta de ¿cuántas personas mueren por causa del tabaco? la respuesta es: Demasiadas, porque ¡se puede prevenir!
Respirapp, rompe con el tabaco
La falta de tiempo y de ayuda ya no servirá como excusa.
Ahora puedes descargar gratis Respirapp, la aplicación de la Asociación Española Contra el Cáncer especialmente dirigida a todas las personas que han decidido dejar de fumar y que necesitan ayuda durante el proceso.
Respirapp es una guía de orientación y apoyo dividida en cuatro fases en las que tendrás que ir realizando una serie de indicaciones para avanzar hacia tu objetivo: ¡romper con el tabaco definitivamente!
Y como cada fumador tiene sus necesidades y motivaciones dispondrás además de un perfil personalizado en base al registro y evaluación del consumo de tabaco que orientará tu camino hacia la liberación definitiva del tabaco.
¡Pero tranquilo, no estarás solo! En la aplicación encontrarás diferentes apartados de ayuda con los que aprenderás a reducir la ansiedad, relajarte, evitar las ganas de fumar, controlar el aumento de peso, prevenir recaídas, etc. Además, recibirás notificaciones de apoyo y ánimo e información sobre tus avances. Y por si fuera poco, si en cualquier momento necesitas una atención más personalizada, dispones de acceso directo al consultorio de la AECC, donde un profesional dará respuesta a las dudas que le plantees.
Nunca te lo habían puesto más fácil para dejar de fumar, hoy es tu oportunidad, ¡no lo dejes pasar!
Estaremos a tu lado en todo momento. ¿Te animas?
¿POR QUÉ FUMAMOS?
El consumo de tabaco es una conducta compleja que se explica sobre la base de dos grandes factores: por un lado, la adicción física y, por otro, la continuidad de la acción de fumar que lo convierte en un hábito de comportamiento. Adicción física La adicción física es debida a la nicotina que contiene el tabaco. Al fumar, se produce un aumento inmediato de la tasa de nicotina en sangre provocando una serie de efectos sobre el organismo. Transcurrido un tiempo, que oscila entre media hora y una hora, los niveles de nicotina en sangre van descendiendo y empiezan a notarse sensaciones de malestar que sólo desaparecerán cuando vuelvas a fumar. Es en este momento cuando aparece la urgencia por fumar y la necesidad de restablecer los niveles de nicotina. Para conocer tu dependencia física al tabaco, puedes responder al siguiente test (Test de Fagerström). 12 13 GUÍA PARA DEJAR DE FUMAR ¿POR QUÉ Test de Fagerström FUMAMOS? ¿Cuánto tiempo pasa entre que te levantas y fumas tu primer ciga - rrillo? Menos de 5 minutos 3 De 6 a 30 minutos 2 De 31 a 60 minutos 1 Más de 61 minutos 0 ¿ Tienes dificultades para no fumar en lugares donde está prohibido (hospitales, cines, etc.)? Sí 1 No 0 ¿Qué cigarrillo te produce mayor satisfacción? El primero de la mañana 1 Cualquier otro 0 ¿Cuántos cigarrillos fumas al día? Menos de 10 cigarrillos 0 Entre 11 y 20 cigarrillos 1 Entre 21 y 30 cigarrillos 2 ¿Fumas por las mañanas? Sí 1 No 0 ¿Fumas aunque estés enfermo? Sí 1 No 0 ¿ Cuál ha sido tu puntuación en el test de Fagerström?: Puntuación Grado de dependencia De 0 a 3 puntos bajo grado de dependencia De 4 a 6 puntos dependencia media de la nicotina De 7 en adelante alta dependencia Es posible que los fumadores que presentan una alta adicción a la nicotina se encuentren con mayores dificultades para abandonar el hábito. Si es tu caso, existen tratamientos farmacológicos que, de forma complementaria a esta guía, pueden ayudarte a dejar de fumar. Si quieres iniciar un tratamiento farmacológico, debes consultar antes con tu médico. Él te recomendará el tratamiento más adecuado para ti. Muchos fumadores consideran que la adicción física es el único factor que explica el consumo de cigarrillos. Pero esto no es del todo cierto. Si la adicción fuese el único factor, cualquier fumador que permaneciese una semana entera sin fumar no tendría que volver a desear un cigarrillo, ya que la tasa de nicotina en sangre habría descendido a cero y no habría ninguna razón física que explicara las ganas de volver a fumar. Sin embargo, podemos encontrar numerosos ejemplos en los que este hecho no se cumple. Existen, por lo tanto, otros principios que, añadidos a la adicción física, explican por qué se fuma. ¿Cuántos ex-fumadores han vuelto a fumar después de llevar una sema - na sin consumir? En tu experiencia como fumador, ¿en cuántas ocasiones has dejado de fumar durante algunos días y después has vuelto? Há bito s de comportamiento De igual forma que ocurre con otros hábitos de comportamiento, tales como lavarse los dientes o las manos, fumar es una conducta aprendida que se convierte en un hábito debido a tres elementos fundamentales: Práctica Fumar un cigarrillo se convierte en un hábito debido fundamentalmente a la práctica. Si calculas el número de cigarrillos que puedes fumar a lo largo de tu vida, seguro que la cifra te asombrará. ¡Esta suma puede oscilar entre 50.000 y 300.000 cigarrillos! Si lo piensas detenidamente, observarás que existen pocas cosas que hayas realizado tantas veces.
MITOS DEL TABACO
Hay muchas cosas peores que el tabaco El tabaco es la primera causa de muerte evitable en los países industrializados (aproximadamente uno de cada dos fumadores fallece por enfermedades relacionadas con el tabaco). En el mundo mueren casi seis millones de personas al año por causa del tabaco. El promedio es de una persona cada seis segundos (UICC). Dejar de fumar es cuestión de fuerza de voluntad Frecuentemente, cuando nos planteamos dejar de fumar, aparece la idea de fuerza de voluntad como algo necesario para conseguirlo. Este concepto incluye aspectos tan variados como capacidad de esfuerzo, constancia, resistencia ante los problemas y/o los obstáculos, etc. Si bien todo ello resulta necesario en el proceso de abandono del tabaco, también es importante saber que la fuerza de voluntad no es un rasgo de la personalidad, no es algo que tengamos siempre o por el contrario algo de lo que carezcamos. La fuerza de voluntad es un esfuerzo que realizamos cuando tenemos un gran interés por conseguir un objetivo determinado. Dejar de fumar es muy fácil. Yo lo he dejado miles de veces Esta famosa cita refleja la posición que muchos fumadores mantienen ante el proceso de dejar de fumar. Pero, piensa por un momento... si es tan fácil dejar de fumar ¿por qué se deja miles de veces? Mantenerse sin fumar es algo que aprendemos, y por ello es posible fracasar en algunos intentos hasta que finalmente lo conseguimos. Probablemente, si preguntas a los ex-fumadores que conoces, muchos te contestarán que lo intentaron más de una vez hasta que lo lograron. Muchos fumadores no se plantean dejar de fumar por el miedo a las recaídas. Creen que su esfuerzo será inútil y que finalmente volverán a fumar. Es importante que no olvides que de los errores se puede, y es necesario, aprender. Lo más adecuado es pensar que dejar de fumar requiere un esfuerzo, pero que cualquier fumador puede abandonar el consumo del tabaco y mantenerse sin fumar, si realmente quiere hacerlo. Hay pocas cosas tan gratificantes como el tabaco… Si lo dejo, disfrutaré menos de la vida Para los fumadores, fumar un cigarrillo es una importante fuente de gratificación. Por ello, en los primeros momentos del abandono es frecuente que aparezca la sensación de haber perdido algo importante. Sin embargo, a medida que transcurran los días, esta sensación desaparecerá. Poco a poco, el cigarrillo perderá su importancia y volverás a disfrutar de las cosas y actividades de la misma forma que antes. Fumar poco en una mujer embarazada no daña al feto Siempre que se fuma se producen alteraciones en el feto, ya que los componentes del tabaco atraviesan la barrera placentaria. 8 9 GUÍA PARA DEJAR DE FUMAR Se pasa muy mal cuando se deja... Es peor el remedio que la enfermedad Muchos fumadores tienen miedo a sufrir los síntomas del síndrome de abstinencia: irritabilidad, nerviosismo, aumento de peso, etc. Estos síntomas, que no tienen por qué aparecer con la misma intensidad en todos los fumadores, son temporales y en gran medida controlables por ti. No noto que me haga tanto daño como dicen Aunque durante un tiempo el fumador no note los efectos negativos del tabaco, se está produciendo el daño en su organismo. La sola acción de fumar un cigarrillo produce aumento de la tensión arterial y una elevación de la frecuencia cardiaca de 10 a 15 latidos por minuto. El humo del tabaco sólo afecta a los ojos y a la garganta del fumador pasivo El fumador pasivo tiene mayor riesgo de padecer todas las enfermedades producidas por el tabaco, agravándose esta situación en el caso de los niños. En el 2004, el humo ambiental del tabaco fue responsable de 600.000 muertes prematuras en todo el mundo. El 28% eran niños (UICC). El tabaco rubio no es tan malo como el negro Las dos variedades de tabaco tienen el mismo tipo de componentes nocivos, aunque la distribución de las cantidades varíe. Cuando estoy nervioso o necesito concentrarme, lo único que me ayuda es fumar En realidad la nicotina es una sustancia estimulante, no relajante. Es posible que en el momento el fumador note alivio, quizás porque reduzca la sensación de abstinencia pero, a medio plazo, al fumar está aumentando la tensión del organismo. Además, los no fumadores desarrollan otro tipo de estrategias para hacer frente a situaciones de tensión. Una persona que fuma menos de 5 cigarrillos diarios no es fumadora Con tan sólo un cigarrillo diario, una persona debe considerarse fumadora, ya que existe una dependencia.
Quiero dejar de fumar
Si has decidido dejar de fumar, te felicitamos y esperamos que las siguientes estrategias te sean de utilidad.

La AECC ofrece de forma gratuita a los fumadores la posibilidad de participar en terapias para dejar de fumar
Dejar de fumar no es fácil. El abandono del tabaco implica un esfuerzo personal que requiere tiempo y una firme decisión. La motivación del fumador es lo más importante para alcanzar el éxito.
¿Quieres dejar de fumar?
Entra en nuestra web Sal conmigo del tabaco y comprueba si todavía te lo estás pensando o estás listo para comenzar el proceso de abandono.
¿Estás decidido? ¿Quieres dejarlo? ¡Adelante! Te ayudaremos a dejar de fumar
Aquí tienes algunos consejos para dejar de fumar
Prepárate
Escribe una lista de razones para dejar de fumar.
Fija una fecha para dejarlo.
No compres tabaco y retira todos los ceniceros, cerillas y mecheros de tu casa y automóvil.
Una vez que dejes de fumar, no fumes ni una sola calada y plantéalo como un reto diario: “Hoy no voy a fumar”.
Busca apoyo
Pide ayuda a tus familiares, amigos y compañeros de trabajo para que no te ofrezcan ni fumen en tu presencia y para que te ayuden y animen en los momentos difíciles y te feliciten cuando lleves tiempo sin fumar.
Aprende habilidades y conductas nuevas
Durante los primeros días cambia tu rutina. Utiliza una ruta diferente, desayuna en un lugar diferente, toma alguna infusión en lugar de café... y planea alguna actividad que te resulte gratificante.
Cuando sientas deseos de fumar realiza actividades alternativas y distractoras. Habla con alguien, sal a pasear, ocúpate con alguna tarea, mastica chicles sin azúcar, toma fruta, bebe mucho agua y zumos, etc.
Reduce la tensión. Realiza ejercicio físico, toma un baño caliente, respira profundamente, etc.
Prepárate para las situaciones difíciles
Identifica aquellas situaciones que pueden inducirte a fumar; como pueden ser los acontecimientos sociales (fiestas, celebraciones), situaciones estresantes negativas (muerte de un ser querido, enfermedad grave, dificultades en el trabajo), situaciones de tensión (discusión, conflictos familiares), etc.
Piensa cuál sería tu reacción en estas situaciones y planifica alternativas al consumo de tabaco.
Recuerda que estas situaciones no cambian por fumar. El tabaco no resuelve problemas. Tan solo añade uno más.
Dejar de fumar
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) el tabaco está vinculado al 65% de todas las muertes en la Unión Europea. Esto supone 1,9 millones de fallecimientos cada año por cáncer y la misma cantidad por enfermedades cardiovasculares. En España, más de 60.000 personas fallecen cada año a causa del tabaco lo que significa 164 cada día.
El humo procedente de la combustión del tabaco está compuesto por unas 4.000 sustancias diferentes, 40 de ellas altamente tóxicas y cancerígenas.
El apoyo profesional puede multiplicar por diez las posibilidades de dejar de fumar.
Sin fumar, la vida sabe mejor. Para conseguirlo se necesitas apoyo técnico, consejos, compañía y recompensas.
¿A quién va dirigido?
A todos los fumadores mayores de 18 años que hayan tomado la decisión de dejar de fumar.
¿Qué ofrecemos?
Un programa de ayuda específica y personalizada para hacer frente al complejo proceso de abandono. Para ello se dotará al fumador de las siguientes estrategias:
Información acerca del tabaco, los riesgos para la salud y los beneficios de dejar de fumar.
Control de síntomas del síndrome de abstinencia.
Técnicas de autocontrol y control de estrés.
Habilidades dirigidas a la prevención de recaídas.
Los objetivos:
Facilitar el proceso de abandono del consumo de cigarrillos.
Favorecer el mantenimiento de la conducta abstinente, disminuyendo la probabilidad de recaídas.
¿Cómo y dónde se solicita el servicio?
Los fumadores interesados en el desarrollo del programa pueden ponerse en contacto con la Sede de la aecc de su provincia.
ALGUNAS IDEAS ERRÓNEAS SOBRE EL TABACO
“Dejar de fumar es cuestión de fuerza de voluntad” Frecuentemente cuando nos planteamos dejar de fumar, aparece la idea de "fuerza de voluntad" como algo necesario para conseguirlo. Este concepto es muy ambiguo e incluye aspectos tan variados como capacidad de esfuerzo, constancia, resistencia ante los problemas y/o los obstáculos, etc. Si bien todo ello resulta necesario en el proceso de abandono del tabaco, también es importante saber que la “fuerza de voluntad” no es un rasgo de la personalidad, es decir, no es algo que tengamos siempre o por el contrario algo de lo que carezcamos. La “fuerza de voluntad” es un esfuerzo que realizamos cuando tenemos un gran interés por conseguir un objetivo determinado. “Dejar de fumar es muy fácil. Yo lo he dejado miles de veces” Esta famosa cita refleja la posición que muchos fumadores mantienen ante el proceso de dejar de fumar. Pero, piensa por un momento... si es tan fácil dejar de fumar ¿por qué se deja miles de veces?”. 4 PREPÁRATE PARA DEJAR DE FUMAR: INFÓRMATE, PIENSA Y SI ESTÁS DECIDIDO.... ADELANTE. Mantenerse sin fumar y vivir sin tabaco es algo que aprendemos, y por ello es posible fracasar en algunos intentos hasta que finalmente lo conseguimos. Probablemente, si preguntas a los ex-fumadores que conoces, muchos te contestarán que lo intentaron más de una vez hasta que lo lograron. Muchos fumadores no se plantean dejar de fumar por el miedo a las recaídas. Creen que su esfuerzo será inútil y que por mucho que lo intenten finalmente volverán a fumar. Es importante que no olvides que de los errores se puede, y es necesario, aprender. Esto nos hará más capaces para la próxima vez. “Hay pocas cosas tan gratificantes como el tabaco… Si lo dejo, disfrutaré menos de la vida” Para los fumadores, fumar un cigarrillo es una importante fuente de gratificación. Por ello, en los primeros momentos del abandono es frecuente que aparezca la sensación de haber perdido "algo importante". Sin embargo, a medida que transcurran los días, esta sensación desaparecerá. Poco a poco, el cigarrillo perderá su importancia y volverás a disfrutar de las cosas y actividades de la misma forma que antes. "Se pasa muy mal cuando se deja. Es peor el remedio que la enfermedad" Muchos fumadores tienen miedo a sufrir los síntomas del síndrome de abstinencia: irritabilidad, nerviosismo, aumento de peso, etc... Estos síntomas, que no tienen por qué aparecer con la misma intensidad en todos los fumadores, son temporales y en gran medida controlables por tí. 5 Lo más adecuado es pensar que dejar de fumar requiere un esfuerzo, pero que cualquier fumador puede abandonar el consumo del tabaco y mantenerse sin fumar, si realmente quiere hacerlo.
domingo, 8 de enero de 2017
¿Qué ocurre si vuelvo a fumar un cigarrillo?
En muchas ocasiones los cambios son difíciles de mantener. Cuando decides cambiar un hábito, algo que ya forma parte de tu rutina diaria, es fácil que te encuentres con situaciones que te ofrecerán la oportunidad de cambiar de idea y volver a tu conducta de antes. Forma parte del proceso de cambio. Lo tienes que asumir.
Reincidir no debe considerarse como un fracaso. Puede ser una parte más del proceso. Una parte de la que puedes aprender mucho.
¿SABES LA DIFERENCIA ENTRE CAÍDA Y RECAÍDA?
La caída es un acontecimiento puntual. Es fumar un cigarrillo en una ocasión determinada después de un tiempo sin fumar.
La recaída consiste en volver a consumir cigarrillos de una forma habitual. Es necesario diferenciar claramente estos conceptos, ya que una caída no implica una recaída, siempre y cuando se vuelva rápidamente a la abstinencia.
Si fumas un cigarrillo, puedes aprovechar el suceso para ver dónde estuvo el error y buscar una estrategia alternativa al tabaco por si la situación vuelve a repetirse. Aún estás a tiempo de evitar la recaída.
ESTO ES LO QUE PUEDES HACER:
Reconoce que ese cigarrillo ha sido un error. Este fallo no significa que todo tu esfuerzo se haya perdido. En este momento tienes dos posibilidades, continuar fumando o no hacerlo. Debes decidir y asumir las consecuencias. No sirven las excusas, no es un fracaso total, no está todo perdido, es sólo un error del que puedes aprender.
No tengas sensación de fracaso. La caída es posible, pero siempre puedes levantarte y conseguir tu objetivo. Debes aprender a mantenerte fuerte ante muchas situaciones: placer, estrés, momentos cotidianos, momentos extraordinarios... A medida que vayas pasando por todas ellas, irás adquiriendo las destrezas necesarias para mantenerte siempre lejos del tabaco.
Vuelve a retomar tu objetivo de no fumar. Piensa: “Bien, he cometido un error fumando este cigarrillo, pero aún controlo la situación. Después de este cigarrillo, no voy a fumar un segundo.”
Piensa en la razón por la que has fumado y decide cómo actuar la próxima vez que te veas en esa situación.
Firma un contrato con un familiar o amigo comprometiéndote a seguir sin fumar.
Vuelve a tu rutina de persona no fumadora y preocúpate sólo de NO FUMAR EN EL DÍA DE HOY.
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