domingo, 8 de enero de 2017
¿Qué ocurre si vuelvo a fumar un cigarrillo?
En muchas ocasiones los cambios son difíciles de mantener. Cuando decides cambiar un hábito, algo que ya forma parte de tu rutina diaria, es fácil que te encuentres con situaciones que te ofrecerán la oportunidad de cambiar de idea y volver a tu conducta de antes. Forma parte del proceso de cambio. Lo tienes que asumir.
Reincidir no debe considerarse como un fracaso. Puede ser una parte más del proceso. Una parte de la que puedes aprender mucho.
¿SABES LA DIFERENCIA ENTRE CAÍDA Y RECAÍDA?
La caída es un acontecimiento puntual. Es fumar un cigarrillo en una ocasión determinada después de un tiempo sin fumar.
La recaída consiste en volver a consumir cigarrillos de una forma habitual. Es necesario diferenciar claramente estos conceptos, ya que una caída no implica una recaída, siempre y cuando se vuelva rápidamente a la abstinencia.
Si fumas un cigarrillo, puedes aprovechar el suceso para ver dónde estuvo el error y buscar una estrategia alternativa al tabaco por si la situación vuelve a repetirse. Aún estás a tiempo de evitar la recaída.
ESTO ES LO QUE PUEDES HACER:
Reconoce que ese cigarrillo ha sido un error. Este fallo no significa que todo tu esfuerzo se haya perdido. En este momento tienes dos posibilidades, continuar fumando o no hacerlo. Debes decidir y asumir las consecuencias. No sirven las excusas, no es un fracaso total, no está todo perdido, es sólo un error del que puedes aprender.
No tengas sensación de fracaso. La caída es posible, pero siempre puedes levantarte y conseguir tu objetivo. Debes aprender a mantenerte fuerte ante muchas situaciones: placer, estrés, momentos cotidianos, momentos extraordinarios... A medida que vayas pasando por todas ellas, irás adquiriendo las destrezas necesarias para mantenerte siempre lejos del tabaco.
Vuelve a retomar tu objetivo de no fumar. Piensa: “Bien, he cometido un error fumando este cigarrillo, pero aún controlo la situación. Después de este cigarrillo, no voy a fumar un segundo.”
Piensa en la razón por la que has fumado y decide cómo actuar la próxima vez que te veas en esa situación.
Firma un contrato con un familiar o amigo comprometiéndote a seguir sin fumar.
Vuelve a tu rutina de persona no fumadora y preocúpate sólo de NO FUMAR EN EL DÍA DE HOY.
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