Quiero dejar de fumar
Si has decidido dejar de fumar, te felicitamos y esperamos que las siguientes estrategias te sean de utilidad.

La AECC ofrece de forma gratuita a los fumadores la posibilidad de participar en terapias para dejar de fumar
Dejar de fumar no es fácil. El abandono del tabaco implica un esfuerzo personal que requiere tiempo y una firme decisión. La motivación del fumador es lo más importante para alcanzar el éxito.
¿Quieres dejar de fumar?
Entra en nuestra web Sal conmigo del tabaco y comprueba si todavía te lo estás pensando o estás listo para comenzar el proceso de abandono.
¿Estás decidido? ¿Quieres dejarlo? ¡Adelante! Te ayudaremos a dejar de fumar
Aquí tienes algunos consejos para dejar de fumar
Prepárate
Escribe una lista de razones para dejar de fumar.
Fija una fecha para dejarlo.
No compres tabaco y retira todos los ceniceros, cerillas y mecheros de tu casa y automóvil.
Una vez que dejes de fumar, no fumes ni una sola calada y plantéalo como un reto diario: “Hoy no voy a fumar”.
Busca apoyo
Pide ayuda a tus familiares, amigos y compañeros de trabajo para que no te ofrezcan ni fumen en tu presencia y para que te ayuden y animen en los momentos difíciles y te feliciten cuando lleves tiempo sin fumar.
Aprende habilidades y conductas nuevas
Durante los primeros días cambia tu rutina. Utiliza una ruta diferente, desayuna en un lugar diferente, toma alguna infusión en lugar de café... y planea alguna actividad que te resulte gratificante.
Cuando sientas deseos de fumar realiza actividades alternativas y distractoras. Habla con alguien, sal a pasear, ocúpate con alguna tarea, mastica chicles sin azúcar, toma fruta, bebe mucho agua y zumos, etc.
Reduce la tensión. Realiza ejercicio físico, toma un baño caliente, respira profundamente, etc.
Prepárate para las situaciones difíciles
Identifica aquellas situaciones que pueden inducirte a fumar; como pueden ser los acontecimientos sociales (fiestas, celebraciones), situaciones estresantes negativas (muerte de un ser querido, enfermedad grave, dificultades en el trabajo), situaciones de tensión (discusión, conflictos familiares), etc.
Piensa cuál sería tu reacción en estas situaciones y planifica alternativas al consumo de tabaco.
Recuerda que estas situaciones no cambian por fumar. El tabaco no resuelve problemas. Tan solo añade uno más.
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