domingo, 8 de enero de 2017
¿Café, té o tabaco?
Como la mayoría de fumadores, es bastante probable que estés acostumbrado a fumar mientras tomas café o té, al igual que durante o después de las comidas. Cuando dejas de fumar es frecuente que aparezca un fuerte deseo de fumar asociado a esas situaciones.
Este deseo es más intenso en las primeras dos semanas y puede mantenerse entre 1 y 6 meses.
¿SABES POR QUÉ TE SIENTES ASÍ?
Muchos estudios indican que los efectos de estimulación y placer causados en tu cuerpo por la nicotina hacen que te puedas tener sensación de alerta, relajación, euforia… Estas sensaciones refuerzan el uso del tabaco en tu mente y, además, se asocian a las situaciones en las que solían producirse. En este caso, el consumo de café o té.
Cuando dejas de fumar, la sensación de vacío que puedes experimentar por la pérdida de estas sensaciones se incrementan en el momento en el que aparecen elementos reconocibles asociados a la misma: una taza de té o de café.
ESTO ES LO QUE PUEDES HACER:
No tienes por qué renunciar al café o al té, puedes encontrar alternativas para evitar tener que fumar un cigarrillo mientras lo haces.
Mientras tomas café o té, comenta que has dejado de fumar para que nadie te ofrezca tabaco. Practica a decir NO cuando lo hagan y no pidas tabaco a otra persona.
Realiza respiraciones profundas entre sorbo y sorbo. Así, podrás sentir todo su aroma. Inhala profunda y lentamente mientras cuentas hasta cinco y exhala también lentamente, contando de nuevo hasta cinco.
Prueba a pasarte al café descafeinado por un tiempo.
Acompaña tu bebida de pedacitos de pan tostado, galletas u otras comidas bajas en calorías.
Utiliza una libreta mientras te estás tomando tu café o té. Te servirá de distracción y también puedes aprovechar para planificar tu día.
Si la necesidad de fumar es muy fuerte, tómalo más rápido de lo normal y cambia de lugar o de actividad.
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