domingo, 8 de enero de 2017


Consejos primeros días

Días Previos
Compra los paquetes de uno en uno.
No acumules tabaco.
Fuma el primer cigarrillo del día después del desayuno.
Si ya era así, retrásalo 10 minutos (comprobados mediante reloj).
No aceptes los cigarrillos que te ofrezcan.
Tampoco los pidas.
Haz incómodo fumar: guarda el tabaco y mechero después de cada cigarrillo y limpia el cenicero.
No lo dejes a tu alcance.
Limita las zonas para fumar: nunca en la cama, en el coche ni con los niños o con no fumadores.
En casa fuma sólo en un lugar fijo, que sea algo incómodo (la cocina, el balcón. No fumes nunca en tu sillón favorito).
No fumes en el trabajo.
Recuerda que está prohibido y que tiene que salir al exterior, lo que sin duda resulta muy incómodo.
Aumenta el tiempo entre cigarrillos.
Fija antes de comenzar el trabajo el número máximo de cigarrillos que fumarás.
Proponte no fumar en el trabajo.
No fumes inmediatamente después de comer.
Levántate, camina o haz algo.
La noche anterior a la fecha elegida, tira el tabaco que le quede y esconde los ceniceros y los mecheros.
Primeros Días
Cuándo tengas ganas de fumar, espera al menos 5 minutos para hacerlo(comprobados mediante reloj).
Las ganas siempre se pasan.
Informa de que vas a dejar de fumar a tus amigos y familiares.
Pídeles colaboración y paciencia.
Adviérteles que a partir de esa fecha no te den tabaco aunque se lo pidas.
Si alguien de tu entorno quiere dejar de fumar, proponle hacerlo juntos.
Os ayudaréis mutuamente.
Piensa en cualquier imagen negativa acerca del tabaco.
Adopta una actitud positiva, trata de concebirte como un exfumador.
Repasa frecuentemente tus motivos para dejar de fumar.
Identifica las situaciones en las que más solía gustarte fumar.
Anótalas e intenta evitarlas.
Pide a tus allegados que no fumen en tu presencia, o si lo hacen, que sea sólo en lugares concretos de la casa.
Rechaza todos los cigarrillos que te ofrezcan.
Cuida tu alimentación e ingiere abundantes líquidos.
Después de comer, tras lavarte los dientes, pasea o realiza alguna actividad que te resulte agradable.
Si sientes deseos de fumar, ingiere agua o fruta, emprende alguna actividad.
Estos deseos durarán muy pocos minutos.
En caso de presentar tos, prueba con infusiones y abundantes líquidos.
En caso de estreñimiento haz una dieta rica en fibra, beba abundantes líquidos…
Si te cuesta concentrarte ten paciencia. No te exijas mucho las primeras semanas.
En caso de nerviosismo o irritabilidad pasea, toma un baño, haz algo relajante.
Si te encuentras cansado, aumenta las horas de sueño.
Si a pesar de todo te sigue apeteciendo fumar, cambia de actividad.
Identifica las situaciones que te provocan mayor tensión para evitarlas.
Mira siempre el lado positivo de las cosas.
Piensa qué es lo peor que puede pasar si algo sale mal (seguro que no es tan malo).
Respira profundamente ante los deseos de fumar.
Si te es posible, al sentir tensión descarga la ansiedad con algún ejercicio (recorrer el pasillo, breve paseo, flexiones de piernas…
Una vez conseguida la abstinencia debes buscar alternativas que te facilite mantenerte sin fumar (de salud, ocio, tiempo libre, diversión…).
Evita situaciones de alto riesgo para no volver a recaer.
Aprecia el hecho de que no necesitas un cigarro para sentirte bien.

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